Los vecinos de la provincia ya pueden dormir más tranquilos. El Cuerpo Nacional de Policía de Castellón, tras una difícil investigación que ha llevado meses de seguimientos, escuchas y vigilancias, ha desarticulado a la conocida macrobanda de la coca-cola, compuesta por 17 personas, todas ellas vecinos de la capital de la Plana y que en estos momentos se hallan en la comisaría prestando declaración después de ser detenidos como presuntos autores de numerosos robos con fuerza en chalets de la provincia, según pudo saber Mediterráneo.
Y es que los integrantes de la macrobanda de la coca-cola, entre los que se halla arrestado un menor de edad, se caracterizaban porque entre asalto y asalto se bebían uno de estos refrescos en cada una de las viviendas que desvalijaban. A falta de que finalicen las diligencias, por el momento se desconoce la cantidad de objetos de valor que la Policía Nacional ha podido confiscarles en los diversos registros domiciliarios que se llevaron a cabo ayer en la capital, como indicaron las mismas fuentes enteradas del caso.
Los delincuentes solían romper las verjas de las casas utilizando unas palancas o patas de cabra, para acceder al interior por las ventanas y apoderarse de todos los electrodomésticos, así como máquinas, herramientas e incluso ropa que los dueños de las casas, normalmente segundas residencias, solían guardar en ellas.
Sonado fue el suceso acaecido en mayo en Torás, donde la macrobanda de la coca-cola entró en una docena de chalets de la calle Santa Quiteria, en los que no había nadie en ese momento, y donde fueron forzando rejas, puertas y ventanas para apoderarse de todos los televisores de plasma, microondas, neveras, lavadoras, motosierras, radiales, taladros...”, tal y como explicaron a Mediterráneo dos de las víctimas, Francisco Ponz y Pilar Garibo.
Según manifestaron estos cuando sucedió todo, “la macrobanda de la coca-cola cortó el alumbrado público de la calle, fracturó y arrancó con una palanca las rejas de hierro de las ventanas y destrozaron algunos bombines de las puertas. Una vez dentro lo registraron todo, cada cajón, cada armario, cada habitación, los garajes, los trasteros... y se llevaron todos los objetos de valor”. H
Y es que los integrantes de la macrobanda de la coca-cola, entre los que se halla arrestado un menor de edad, se caracterizaban porque entre asalto y asalto se bebían uno de estos refrescos en cada una de las viviendas que desvalijaban. A falta de que finalicen las diligencias, por el momento se desconoce la cantidad de objetos de valor que la Policía Nacional ha podido confiscarles en los diversos registros domiciliarios que se llevaron a cabo ayer en la capital, como indicaron las mismas fuentes enteradas del caso.
Los delincuentes solían romper las verjas de las casas utilizando unas palancas o patas de cabra, para acceder al interior por las ventanas y apoderarse de todos los electrodomésticos, así como máquinas, herramientas e incluso ropa que los dueños de las casas, normalmente segundas residencias, solían guardar en ellas.
Sonado fue el suceso acaecido en mayo en Torás, donde la macrobanda de la coca-cola entró en una docena de chalets de la calle Santa Quiteria, en los que no había nadie en ese momento, y donde fueron forzando rejas, puertas y ventanas para apoderarse de todos los televisores de plasma, microondas, neveras, lavadoras, motosierras, radiales, taladros...”, tal y como explicaron a Mediterráneo dos de las víctimas, Francisco Ponz y Pilar Garibo.
Según manifestaron estos cuando sucedió todo, “la macrobanda de la coca-cola cortó el alumbrado público de la calle, fracturó y arrancó con una palanca las rejas de hierro de las ventanas y destrozaron algunos bombines de las puertas. Una vez dentro lo registraron todo, cada cajón, cada armario, cada habitación, los garajes, los trasteros... y se llevaron todos los objetos de valor”. H
Cae la ‘macrobanda de la coca-cola’ con 17 detenidos por asaltos a casas ( El Periódico Mediterráneo - 08/07/2010 )
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